México, el núcleo del mercado farmacéutico de América Latina
Más allá de que la pandemia por el Covid-19 haya ocasionado que los ojos de la medicina se centren en el virus, los investigadores médicos continúan desplegando diversas investigaciones para contrarrestar los efectos de enfermedades como la diabetes e incluso detenerla.
A través de la farmacéutica se busca encontrar soluciones para diferentes enfermedades a costos accesibles, y en regiones cuya tasa de enfermedades es alta. Un claro ejemplo de esto es México, lugar que se ha convertido en el núcleo del mercado farmacéutico de América Latina.
Aunque estamos en la etapa inicial, en América Latina está surgiendo un mercado farmacéutico muy importante. Se trata de un mercado regional más fuerte que ayudará a los países a satisfacer mejor las necesidades farmacéuticas a largo plazo, permitiéndoles gestionar mejor las futuras pandemias y crisis sanitarias.
Las empresas mexicanas están bien posicionadas para aprovechar las oportunidades de expansión, pues operan en el país de habla hispana más grande de América Latina, que tiene 126.2 millones de habitantes. Ante esto la aceptación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), entidad reguladora de la industria farmacéutica mexicana, como un organismo normativo regional representa una ventaja a medida que las compañías farmacéuticas se desarrollan en México. En la práctica, esto significa que cuando COFEPRIS acredita los productos de las empresas, a éstas les resulta más fácil penetrar en mercados nuevos, sobre todo en la vecina América Central.
Los tipos de fármacos que se fabrican en América Latina suelen abarcar un amplio espectro de usos terapéuticos, que incluyen tratamientos para el cáncer y la diabetes. IFC ha centrado sus inversiones en medicamentos para el tratamiento de enfermedades no transmisibles, el tipo de afección de más rápido crecimiento en la región.
A medida que el mercado farmacéutico de México y América Latina se consolida, la gran pregunta es: ¿cuál será el impacto en los pacientes y consumidores? La consolidación puede constituir una ventaja neta, al hacer que la industria sea más segura y eficiente y reducir los precios de los fármacos. Sin duda puede estimular notablemente mejoras en la calidad de los productos.Conforme más empresas impulsen el crecimiento transfronterizo, las instituciones de desarrollo deben compartir las enseñanzas derivadas de inversiones en empresas farmacéuticas en los mercados emergentes más maduros, principalmente en Asia. El objetivo es consolidar el mercado, y que se lleve a cabo de modo que impulse el acceso de los consumidores a medicamentos asequibles, que salvan vidas y que son seguros para el consumo.