¿Es preferible usar datos biométricos que contraseñas?
Las medidas y métodos de seguridad que se han utilizado durante varios años para el acceso de diversas plataformas digitales o financieras, como nombres de usuario y contraseñas, han dejado diversas brechas, las cuales han demostrado ya no ser adecuadas ante el avance y la sofisticación en los delitos. La biometría parece ser la solución a esto.
La biometría es un método automático de reconocimiento de individuos basado en características biológicas y de comportamiento que se pueden medir.
Huellas dactilares, rostro, iris, voz, geometría de la mano, el olor corporal, la forma de la oreja, el latido del corazón, nuestra forma de caminar, son algunas de las características biométricas que están siendo estudiadas para ser utilizadas en el reconocimiento autómata para poder sustituir a las actuales contraseñas alfanuméricas.
Y esto se ha visto reflejado en la preferencia y en la utilización de tecnología por parte de los usuarios de la banca, los cuales en promedio, arriba del 50% están dispuestos a proporcionar un elemento biométrico a su banco con fines de seguridad.
Aunque los dispositivos móviles han puesto la tecnología al alcance de las personas, como cámaras, sensores, acelerómetros, geolocalización, acceso a Internet 24/7, etc., sigue siendo una forma valiosa y popular de autenticación, también tiene puntos débiles y los delincuentes pueden interceptar el texto con el fraude de intercambio de SIM. Mientras que un gran porcentaje de los usuarios prefieren el escaneo facial como método de seguridad, pero para ingresar a sus cuentas bancarias, otros prefieren la huella dactilar.
Las biometrías son consideradas como las sustitutas de las contraseñas, la futura forma en la que iniciaremos sesión en el mundo. Mientras que las contraseñas son conocidas como un error humano, ¿son las biometrías un sustituto realmente viable?