Cómo garantizar la seguridad en un mundo de amenazas híbridas
Hasta hace un par de décadas, el concepto de seguridad privada abarcaba sobre todo la vigilancia de personas y edificios. Hoy nos movemos en un mundo convulso en el que proliferan las amenazas híbridas, irregulares o poco convencionales. Todo, de la propiedad intelectual a los activos digitales o la salud alimentaria, puede ser objeto de este tipo de amenazas. Las empresas de seguridad diseñan e implementan estrategias integrales para asegurar una protección íntegra.
Todas las amenazas híbridas parten de un mismo principio: identificar vulnerabilidades en las sociedades atacadas y explotarlas de manera oportunista. Existen 13 dominios, de la diplomacia a la economía pasando por las infraestructuras, el prestigio de las instituciones o la imagen de marca de las empresas nacionales, en las que un estado puede ser vulnerable.
Se trata de un espectro ambiguo entre la paz y la guerra en el que la agresión externa puede consistir, por ejemplo, en una campaña de descrédito contra la Unión Europea orquestada en las redes sociales, el hackeo de las infraestructuras digitales, los bulos y demás estrategias de desinformación, acciones contra aeropuertos o la estructura hoteler.
En los últimos años, cobran protagonismo las amenazas híbridas de base tecnológica, basadas en explotar el alto grado de digitalización e interconexión de nuestras empresas o instituciones, y aparecen nuevas vulnerabilidades en los mercados de criptoactivos, el metaverso, los sistemas de inteligencia artificial o la economía de datos.
La misma lógica de protección innovadora y proactiva puede aplicarse a la seguridad privada, otro ámbito en el que las amenazas convencionales conviven de manera creciente con un nuevo surtido de peligros irregulares y difusos. Hace 20 años, la protección consistía, en esencia, en garantizar la seguridad de instalaciones y personas. Ahora, en cambio, existe una demanda de protección ampliada que incluye aspectos como la seguridad alimentaria, de propiedad industrial o informática, la imagen de marca, el prestigio personal. Un amplio abanico de bienes y valores que deben ser protegidos de manera eficaz.
¿Cómo se hace eso? Con innovación y una sólida base tecnológica. Practicando, en el terreno de la geopolítica, un pensamiento creativo y prospectivo que se anticipe a las amenazas y fortalezca las defensas. Es necesario adaptar los modelos de negocio partiendo de una nueva base conceptual: proporcionar a las plantillas de expertos en seguridad todo un arsenal de tecnologías inteligentes y conectadas que aprovechan los datos de manera estratégica.
Fuente: El País