Por qué la conducción autónoma no termina de arrancar
El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Tesla cerró una oficina en San Mateo, en California, y recortó así alrededor de 200 puestos de trabajo de su plantilla, según informó Bloomberg. Los empleados despedidos eran parte del equipo de análisis de datos del sistema de conducción asistida de Tesla, denominado Autopilot.
Más allá de anclar sus decisiones de recorte de personal en los estragos económicos que está atravesando Tesla, la compañía no puede desentenderse de los cientos de reportes de accidentes con vehículos de conducción asistida que se registraron en los últimos meses. Según estadísticas publicadas por los reguladores de seguridad de Estados Unidos, en el periodo de tiempo que va desde julio del año pasado, hasta el 15 de mayo del 2022, Tesla registró 273 accidentes que involucraron a vehículos con sistemas de conducción parcialmente automatizados.
Entre estos sistemas, que se caracterizan por tomar un grado de control sobre la velocidad del auto, se identificaron “Autopilot”, “Full Self-Driving” y “Traffic Aware Cruise Control”. La empresa tiene un aproximado de 830.000 vehículos en circulación funcionando con estos sistemas.
Otros fabricantes de vehículos que usan sistemas de conducción asistida también dieron a conocer los números correspondientes a los accidentes en los que estuvieron involucrados dentro de Estados Unidos. Honda le sigue a Tesla, con 90 accidentes registrados, con la diferencia de que la marca japonesa tiene alrededor de 6.000.000 de vehículos con tales sistemas funcionando en las calles de Estados Unidos. A esta le sigue Subaru, con 10 accidentes registrados, mientras que el resto de los fabricantes de autos que ya incorporaron esta tecnología reportaron cinco accidentes o menos.
Aunque el magnate con sede en Silicon Valley eligió bautizar a sus sistemas de conducción asistida como “Autopilot” y “Full Self-Driving”, sugiriendo que el conductor puede desentenderse de la tarea que requiere estar atento al volante, se contradijo públicamente al asegurar que sus vehículos no pueden manejarse solos, y que los conductores deberían estar listos para intervenir en todo momento. Varios expertos criticaron a la compañía por generar una falsa y engañosa sensación de autonomía del vehículo.
De hecho, la Agencia de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) estudia la posibilidad de imponer normas de tránsito que garanticen la atención de los conductores al volante también en los casos en los que se utilizan sistemas de conducción asistida. Así, cabe hacerse la pregunta: ¿hasta qué punto son más útiles y seguros, que arriesgados e inciertos, estos sistemas de conducción?
Fuente: La Nación